CCLXX ANIVERSARIO DEL NATALICIO DE FRANCISCO DE MIRANDA. ¿MASÓN, MITO O REALIDAD?

Ovidio Aguilar Meza

Este 28 de marzo se conmemora el doscientos setenta aniversario del natalicio de Sebastián Francisco de Miranda Rodríguez, el Precursor de la Independencia de Suramérica, un personaje fascinante, cargado de historias, leyendas, hazañas, circunstancias y sucesos que muy pocos en su época la tuvieron, y por qué no decirlo, ninguna otra persona la tuvo.
Dentro de su extraordinaria vivencia, existe un hecho singular que hoy, a dos siglos y medio de su vida, los biógrafos del prócer venezolano, no terminan de coincidir: ¿Se inició Francisco de Miranda en la Masonería?
Muchas han sido las obras y ensayos históricos acerca del tema que aún persiste, generando polémica dentro y fuera de la masonería. Para muchos, llevados por la tradición masónica de generación en generación, ciertamente Miranda sí se Inició en los Augustos Misterios de la Masonería, a tal punto, que en diversos países como Venezuela, Colombia y Perú, existen logias epónimas en su honor.
Asimismo, para los masones venezolanos luce un hecho indiscutible, cuando en el año de 1950, el Gran Maestro de la Gran Logia de la República de Venezuela, José Miguel Uzcátegui, decretó el 28 de marzo de cada año, como Día Masónico Nacional en su honor. Sin embargo, a medida que se van incorporando nuevas generaciones de investigadores, algunos de ellos difieren de tal hecho, basados en que hasta la fecha no se ha encontrado la documentación fehaciente de cuándo y dónde se pudo haber iniciado el prócer venezolano. Para estos investigadores e  historiadores, es un mero idealismo o romanticismo de los masones venezolanos, que echaron a rodar esa idea en el mundo.
A este efecto, hemos realizado un trabajo investigativo responsable, objetivo e imparcial acerca del tema, en el libro EN BÚSQUEDA DE LA VERDAD ¿MIRANDA FUE MASÓN? [i]Del cual extraeremos contenido para ilustrar el presente artículo, y dar luces sobre la materia, en la que hemos tomado como fuentes bibliográficas, en primer lugar al propio diario de Miranda, Colombeia[ii], y por otro lado, diversos biógrafos del venezolano, e historiadores del continente, de los cuales haremos referencia a algunos en esta oportunidad, para dejar a cada lector la libertad de hacer sus propias conclusiones, independientemente de las nuestras.
Los más conspicuos historiadores han abordado el tema de la masonería, la Gran Reunión Americana, las Logias Lautaro con relación a  Miranda. Nosotros hemos incluido además en nuestra obra, las amistades masónicas del prócer venezolano. En cuanto a Colombeia referíamos en otras publicaciones, que aparecen datos y circunstancias que quizás para un historiador No Iniciado en la Masonería[iii], podrían ser irrelevantes, pero que a la luz de una investigación masónica, son imposibles que pasen desapercibidas.


Mencionaremos en esta ocasión, algunas referencias y opiniones consultadas en la obra acerca del tema. Entre ellas, al primer biógrafo de Miranda, el historiador escocés, William Spence Robertson[iv]: “aunque libros que tratan de la Masonería figuraban ya en el catálogo de Miranda desde el año 1783, y aunque manifestó interés por los establecimientos masónicos en el curso de sus viajes por Europa, el examen de sus papeles inéditos nada revela que pueda probar, sea que perteneciera a la Orden Masónica, sea que fuese el fundador de la Logia Lautaro”
Asimismo, J.G. Lavrestski[v] afirma: “Miranda fundó en Londres un centro clandestino revolucionario con el nombre de “Gran Logia Americana. Otro centro fue fundado por él en España, en Cádiz, bajo el nombre de Lautaro, guerrero araucano que durante largo tiempo luchó en Chile contra los españoles”
Igualmente citemos a Antonio Egea López, quien reseña[vi]: “Cuando Miranda arriba a la Península la sociedad secreta cuenta con raíces; y, precisamente, la ciudad de Cádiz, donde el caraqueño residiría y contara con amigos, ya en 1748 disponía de al menos una logia, con ochocientos afiliados”
Pero las versiones acerca de Miranda y la Masonería son encontradas y disimiles. El investigador masón chileno, Edgar Perramón Q, expone[vii]: “No hay duda que Miranda, que partió de Caracas a los 21 años e ingresó a la Masonería, seguramente en Madrid, a los 23 años, en 1773, vio, en el sistema de la Masonería, en su labor humanista, en el secreto o privacidad de sus reuniones, en las palabras y signos de reconocimiento, una forma eficaz para trabajar por la emancipación de América, por la libertad y la justicia”
Y finalmente, veamos lo que reseña el Diccionario Enciclopédico de la Masonería[viii]: “El general Miranda era un verdadero adalid de las ideas de libertad e independencia; había sido iniciado en los secretos de las Logias Masónicas por el gran Lafayette”
Así como éstas, hemos reseñado en la obra, respetables opiniones de diversos autores, y teniéndolas como referencias, realizamos nuestra propia investigación bajo elevados parámetros de objetividad, con el propósito de presentar nuestra versión suficientemente sustentada acerca de Miranda y la Masonería.
La primera de ellas, se refiere al viaje que realizó el entonces edecán de Juan Manuel Cajigal, el Capitán Miranda a Kingston, arribando en septiembre de 1781, con una misión secreta de canje de prisioneros y la compra de naves, acompañado de cartas para autoridades de la isla, bajo las siguientes instrucciones[ix] “Instrucción Reservada del Capitán General de la isla de Cuba”
Cumple con su misión y se dispone a regresar tres meses después a La Habana. Ha comprado varios libros en la isla, y entre ellos se encuentran los siguientes:[x] CATALOGUE OF BOOKS FOR DON FRANº DE MIRANDA. Kingston; Nov. 15th, 1781: 5 Constitutions of free & accepted Masons 4to. (sic) 60 Illustration of Masonry; 12mo (10)(sic)
Observemos que se encuentra el principal libro de la Masonería Regular, las Constituciones de Anderson, publicadas 1723. Esa obra no era un libro que pudiese adquirirse en cualquier establecimiento. Se entregaba al masón al momento de su Iniciación y debía guardarlo en estricto secreto. Recordemos que los masones ya estaban excomulgados por la bula In Eminenti en 1738. Y por otro lado, estaba Ilustraciones de la Masonería, de William Preston[xi], un clásico masónico de la época.
Por otra parte, el Almirante Sir Peter Parker, el Comandante del Ejército de Su Majestad a quien Miranda presenta sus credenciales, era el Gran Maestro de la Gran Logia Provincial de Jamaica, adscrita a la Gran Logia Unida de Inglaterra, de acuerdo al portal institucional de esa Gran Logia[xii].
Cabría preguntarse cómo pudo Miranda poseer esos libros sin ser masón, tomando en cuenta lo anteriormente referido, aunado a la condición de perseguido por la Santa Inquisición y la Corona Española, así como la proscripción de los masones y sus libros por la Bula Papal.
Otro elemento que resulta interesante de analizar, son las visitas que hace a logias en Noruega y Suecia referidas por él mismo en Colombeia. ¿Qué interés podría tener de visitar a tales instituciones? ¿Por qué había sido referido con cartas a personas ligadas a la masonería?
A mediados de 1787, en su periplo europeo, Miranda llega a la ciudad de Cristanía, con carta de recomendación a Bernard Anker, quien lo recibe amablemente y se convierte en su anfitrión, para lo cual escribe en su diario el general venezolano:[xiii]: “á (sic) la casa de Frank-masones mui (sic) buena sala, que han comprado los frank-masones aquí pr. (sic) 5.000 Rix (sic) de (sic), cuia (sic) sociedad llega á (sic) 72. En el día –Mr. Khan vive allí” –
A este respecto, la página web de la Gran Logia refiere un hecho histórico de singular importancia para nuestro trabajo.[xiv]: En 1785, el segundo Ayuntamiento de Christiana (construido 1733), fue comprado por la logia San Olai. La inauguración de la logia fue realizada por Bernt Anker, y tenía su residencia en la planta baja y la logia en el primer piso hasta 1811”
Observemos que se menciona a Bernt Anker, quien fungía en ese momento como Venerable Maestro. ¿No era la misma persona a quien Miranda había sido referido como Bernard Anker? Estamos convencidos de que eran la misma persona.
Prosigue Miranda su viaje por los países bajos y llega a Gotemburgo, en donde de nuevo, realiza una visita de cortesía a otra logia y lo señala bajo estos términos[xv]: “Por la mañana temprano vestido. A las nueve a almorzar con la amabilísima señora Hall, en cuya compañía, después de tomar té, fuimos a las diez en su coche a ver la sala de los francmasones; vino el señor J.P. Holterman, propietario de la casa, que nos vino a enseñar dicha sala con suma política….La iluminación que es solamente en la cornisa y algunas lámparas colgadas del techo, debe producir un buen efecto.”
¿Casualidad o causalidad? ¿Curiosidad o coincidencia? No lo creemos así. Miranda tenía firme interés en conocer las logias en los lugares adonde visitaba. Muestra de ello se refleja igualmente en la visita que realiza a Estocolmo[xvi]: “Fuimos á (sic) corrér (sic) ospitales, (sic) y otras instituciones- 1ª á(sic) la Casa de Expositosxvii de los Frac-masones, de quien el Pe. Carlos, hermano del Rey es gran-maestre, y Directór, (sic) y el Rey mismo con-frer-
Ahora bien, nos corresponde abordar uno de los temas más controversiales en la vida de Miranda, la fundación de la Gran Reunión Americana y la creación de las Logias Lautaro.
No se ha encontrado registro en la Gran Logia Unida de Inglaterra acerca de la afiliación de alguna logia llamada Gran Reunión Americana o Caballeros Racionales, por lo que se puede reafirmar la versión de varios historiadores de que se trataba de un núcleo revolucionario secreto creado para el proyecto mirandino de Independencia de los pueblos de América. Sin embargo, destaquemos que guardaban similitud a las condiciones de las logias en cuanto al secreto, las formalidades y la hermandad entre sus miembros, referida por Augusto Mijares[xviii]: “Es muy difícil determinar imparcialmente la influencia de aquella sociedad, y si eran verdaderamente masónicas, o “al estilo masónico”, como dicen algunos historiadores”
Igualmente, afirma el historiador argentino Bartolomé Mitre[xix] “Las sociedades secretas compuestas por americanos…revestían todas las formas de las logias masónicas, pero sólo tenían de tales los signos, las fórmulas, los grados y los juramento”
Por su parte, el venezolano Mariano Picón Salas expone[xx]  Hay un joven hijo natural de un Virrey de Perú y Ex Gobernador de Chile- que aún no se atreve a usar el paterno apellido de O’Higgins y se llama Bernardo Riquelme. Ha pedido a Miranda que le enseñe matemáticas. El gran Fésgoli, el sumo presdigitador que también es el venezolano, despliega ante el joven Riquelme, todo un prerromanticismo de logias y secretos. Se han fundado en Londres en 1798, las primeras sociedades secretas hispanoamericanas”
Ciertamente fue Bernardo O´Higgins, el discípulo preferido de Miranda quien tuvo la gran misión de fundar logias Lautaro en el continente conjuntamente con José de San Martín, Carlos de Alvear y otros próceres de la independencia de los países del sur del continente.
Mientras tanto, en Venezuela se creaba la Sociedad Patriótica con el mismo perfil de las Logias Lautaro, y al arribar Miranda a finales de 1810 a Venezuela, es propuesto para la presidencia de dicha Sociedad.
Asimismo, no luce como coincidencia que casi la totalidad de los agentes mirandinos se hayan Iniciado en diferentes logias en el continente, de cuyo registro lo plasmamos en nuestro trabajo. Entre ellos, podríamos mencionar a José Antepara, Pablo de Olavide, Saturnino Rodríguez, Manuel Gual, así como sus compatriotas y edecanes, Carlos Soublette, Santiago Mariño. Su fiel secretario Tomás Molini, al igual que Leleux,  y desde luego, sus contactos y amistades en los Estados Unidos, Alexander Hamilton, George Washington, Henry Knox, Rufus King, su gran amigo William Smith y varios más.
Ante estas circunstancias, luce improbable realmente, que Francisco de Miranda no se haya motivado a Iniciarse en la Masonería, por lo que es para nosotros concluyentes una versión basada en hechos reales referidos anteriormente.
Francisco de Miranda pudo haberse Iniciado en Kingston, Jamaica, entre los meses de septiembre y noviembre de 1781, período cuando realiza su misión secreta y aparecen por primera vez, libros masónicos en su extensa biblioteca, como hecho resaltante, aunado a la condición del Almirante Peter Parker como Gran Maestro Provincial de Jamaica
Tales conclusiones están sólidamente sustentadas y comprobadas en nuestros estudios. No obstante, tal y como referimos al principio, son elementos vinculantes no concluyentes entre Miranda y la Masonería, dejando la puerta abierta a nuevas investigaciones, ratificando el título de nuestra obra En búsqueda de la verdad ¿Miranda fue masón?

[i] AGUILAR MEZA, OVIDIO. En búsqueda de la verdad. ¿Miranda fue Masón? Tercera edición, Caracas 2019.
[ii] COLOMBEIA. Diario escrito por Francisco de Miranda desde que salió de Venezuela en 1771.
[iii] LA INICIACIÓN, es la única vía por la cual se ingresa a la Masonería. Se trata de un proceso que culmina en rituales y ceremonias cargados de mensajes simbólicos. De allí que se denomina Escuela Iniciática.
[iv] ROBERTSON SPENCE, WILLIAM. La vida de Miranda. Traducción original de Julio E. Payró. Edición revisada y compulsada por Pedro Grasés. Academia Nacional de la Historia. Colección Bicentenario de la Independencia. Caracas, Venezuela. p. 157-158
[v] LAVRETSKI, J.G. Miranda. Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, Caracas 1991, p. 141
[vi] EGEA LÓPEZ ANTONIO. El Pensamiento filosófico y político de Francisco de Miranda. Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia. Caracas 1983. p. 68
[vii] PERRAMÓN Q. EDGAR.  Breve Historia de la Masonería en Venezuela, Ediciones de la Gran Logia de la República de Venezuela, Caracas 1997, p. 11
[viii] FRAU ABRINES, LORENZO. Diccionario Enciclopédico de la Masonería, Editorial del Valle de México, Tomo III, p. 787
[ix] COLOMBEIA, Ediciones de la Presidencia de la República, Caracas 1983, Tomo II, p. 131
[x] Ibidem. ; Tomo IV, f. 76, Viajes.
[xi] PRESTON WILLIAM. Célebre autor escocés (1742-1818) Masón entusiasta y distinguido, fue Venerable Maestro de la célebre logia La Antigüedad de Londres. Se ocupó muy especialmente de las investigaciones sobre la Francmasonería, y escribió varias obras notables, que obtuvieron el más justo y brillante éxito (Diccionario Enciclopédico de la Masonería. Frau Abrines)
[xii]  www.dgljamaica.org ;John A.C. Sinclair, Chronological History of the District Grand Lodge of Jamaica
[xiii] COLOMBEIA. Ob cit. Tomo III, Viajes. P. 60
[xiv] www.frimurarorden.se
[xv] COLOMBEIA. Ob. Cit Tomo VI, p. 85
[xvi] Ibídem. Tomo 5, p. 503
[xvii] CASA DE EXPÓSITOS: Casa hogar de huérfanos. El término expósito era usado en la época para los niños bajo esa condición.
[xviii] MIJARES AUGUSTO. El Libertador, p. 166
[xix] MITRE BARTOLOMÉ. Historia de Belgrano y la independencia argentina, Buenos Aires, 1950, p. 239
[xx] PICÓN SALAS, MARIANO. Biografías, Monte Ávila Editores, Caracas, 1995, p. 20

Fuente: Masonería Global

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