MOZART

El 27 de enero de 1756 nace en Salzburgo, Austria, Wolfgang Amadeus Mozart, de quién tanto se ha escrito, siendo estas breves pinceladas síntesis de autorizados antecedentes, entre las más de trece mil obras, libros, monografías y trabajos de investigación que se han escrito sobre la materia.

El 5 de diciembre de 1791, entre dolores inaguantables y sus dedos deformes, con sólo 35 años, muere Mozart… y comienzan las malvadas leyendas, generalmente conocidas, como la que dice que: “a comienzos de 1792, su esposa Constanza busca en el cementerio de San Marcos la tumba de su esposo, el sepulturero haciendo memoria comentó: debe ser aquel muerto que llegó cuando llovía a cántaros, alguien dijo que había sido un músico muy bueno… sí, tiene que ser él, que llegó completamente solo, solo no, un perro vagabundo llegó hasta el lugar del entierro, se quedó un rato parado y luego se marchó”.

Insolentes mayores afirman que Mozart fue envenenado por el músico Salieri. Y se invirtieron grandes capitales en la película “Amadeus”, que la sociedad de consumo y la estupidez humana obligó a plagarla de mentiras para hacerla “taquillera”. Los habitantes de Legnano, tierra natal de Salieri, iniciaron una demanda por calumnias en contra de los productores de la película.

Regresando a la realidad, en la página 364 del tomo I de la obra “Los Grandes Compositores”, edición Salvat, publicación aceptada como seria, dice:

“… También en torno al funeral y al entierro se ha tejido una leyenda que es totalmente falsa, el cadáver no fue conducido “desamparado de todos y sólo acompañado de un perro”, a los funerales asistieron muchos músicos y amigos, hasta la puerta de la ciudad, según la costumbre y conforme a esta misma costumbre tampoco asistió su esposa Constanza. La tarde del 6 de diciembre de 1791 fue apacible y soleada en Viena. No fue enterrado en una fosa común, pero no teniendo una sepultura propia, previamente adquirida, el sepulturero no recordó, luego, el lugar exacto del entierro”.

De conformidad con los estudios científicos realizados se ha determinado que la muerte de nuestro querido hermano Mozart se produjo por causas naturales y se ha descartado que haya sido asesinado.

Mozart y la masonería.

Las primeras noticias biográficas sobre Mozart las debemos a George Nicolaus Nissen, quien en 1878 publicó una vida del compositor. Nissen se casó en segundas nupcias con la viuda Constanza, recopiló toda la nutrida correspondencia de Mozart, pero no obtuvo el material masónico pues la familia lo había destruido.

Sus biografías masónicas son de hace poco tiempo y sus resultados son sorprendentes. Sus biógrafos dicen que el querido hermano Mozart provenía de una familia estrechamente ligada a la masonería: se ha podido llegar hasta el tatarabuelo, David Mozart (1620-1685), albañil y maestro de obras en Augusta, miembro de una Logia “operativa”, y su abuelo Johann fue preboste de la Corporación de los Constructores de Augusta.

Son muchas e importantes las obras musicales de Mozart basadas en textos masónicos y sus relaciones con la masonería antes de su ingreso a ella, según los expertos.

Su iniciación se produce en 1784, apenas siete años antes de su muerte, en la Logia “La Beneficencia”, cuyo Venerable Maestro era el respetado hermano Otto von Gemmingen-Hornberg, taller que había sido fundado un año antes, el 11 de febrero de 1783. Era una Logia pequeña, razón por la cual sus miembros preferían trabajar en el Templo de la Logia “La Verdadera Concordia” o en el de la Madre Logia de ambas: “La Esperanza Coronada”.

A pesar de la Bula Papal de 1738 condenando a la masonería y con la opinión en contra de María Teresa y su hijo José II, las logias austriacas trabajaban en esa época con gran entusiasmo y se habían convertido en un lugar de encuentro de élites internacionales de la cultura y la política.

Por ejemplo, la Logia “La Verdadera Concordia” contaba en 1785, cuando Mozart comenzó a frecuentarla, con unos doscientos hermanos, siendo su Venerable Maestro el respetado hermano Ignaz von Born.

Por insistencia de Mozart, el 6 de abril de 1785 se inicia su padre Leopoldo.

Todos estos acontecimientos hacen que Mozart dedique gran parte de su tiempo a las composiciones de música masónica, muy abundantes, como conocemos hoy.

Con motivo de su ascenso a Maestro, el 22 de abril de 1785, junto con su padre, quién debía regresar a Salzburgo y a quien no volvería a ver jamás, compone sus obras masónicas más significativas: la cantata Die Maurerfreude (La alegría masónica) K. 471 y la Maurerische Travermusik (Música fúnebre masónica) K. 477.

La información al respecto es abundante, pues sólo con las actas de estas Logias habría para escribir innumerables páginas.

La actividad y el cariño de los hermanos para Mozart se comprueban con esta Circular de dicha época, enviada a los diversos talleres austriacos:

“Con el objeto de ayudar a dos hermanos extranjeros, que se han quedado sin dinero, las Logias “Las Tres Águilas” y “La Palmera” organizan un concierto el miércoles próximo, 20 de octubre, a las seis y media de la tarde, en el Hotel de las Logias, en que el hermano Mozart se dejara oír. Se ruega fraternalmente a las Logias hermanas hacer circular esta información entre sus miembros y pedirles acudan en el mayor número posible a este concierto, a cuya entrada se ruega depositar a favor de los hermanos extranjeros una contribución dejada a su discreción”.

Firmaban esta circular los Venerables Maestros Puthon y Loybel y en una posdata el Secretario Kette, añadía: “El hermano Mozart divertirá a los concurrentes con sus improvisaciones tan apreciadas”.

Pero esta fraterna felicidad termina el 11 de diciembre de 1785, cuando el Emperador ordena intervenir las logias por la policía. Se ordenó el funcionamiento de una sola logia por ciudad, capital de región. Luego se pidió el listado de sus miembros, días de reuniones y temas a tratar, “siempre con la indicación de la hora”.

Con esto se produce un obvio decaimiento en la masonería y temor en muchos hermanos, pero Mozart continua con gran actividad.

El 30 de septiembre de 1791 se estrena su ópera “La Flauta Mágica”” y el 15 de noviembre entrega a su Logia el “lied” para la clausura de la Logia: “Enlacemos nuestras manos” el que luego se transformará en un himno nacional. Y este es el adiós de Mozart que hace cantar a sus hermanos, les habla de amor, trabajo y del futuro, para terminar con la palabra “luz”.

 

En la emocionante Tenida Fúnebre por Mozart, el querido hermano Friedrich Hensler se expresó así:

“Permitidme venerables y dignísimos hermanos abordar un tema tristísimo para todos nosotros y que al presente nos afecta, el Gran Arquitecto del Universo ha querido arrancar de nuestra fraterna cadena a uno de los eslabones más queridos y beneméritos, ¿quién no conocía?, ¿quién no estimaba?, ¿quién no amaba? a nuestro digno y querido hermano Mozart. Hace muy pocas semanas estaba todavía entre nosotros celebrando con sus mágicas notas la consagración de nuestro Templo”.

“Fue un celoso miembro de nuestra Orden, amor para los hermanos, tolerancia, bondad, beneficencia, verdadero e íntimo sentimiento de alegría cuando podía ayudar con sus dotes a sus hermanos”.

“Las cenizas de nuestro hermano, para nosotros siempre querido, descansan en paz. Su precoz muerte sea, para nosotros, el más enérgico estímulo a la virtud. Que nuestro recuerdo se una a él en los lugares ultra terrenos donde la plena luz de la eterna fuente de Jehová se manifiesta a todos los verdaderos masones”.

Posteriores publicaciones de prensa se han hecho eco de rumores falsos y han dicho que Mozart habría fallecido a causa de un Ritual llevado a cabo por la Masonería o que murió envenenado por su rival y enemigo, Antonio Salieri, ayudado por su mujer Isidora, y que ambos habrían sido instrumento de la Masonería.

Sin embargo, en el adiós a Mozart estuvieron sus hermanos príncipes, barones, oficiales superiores, altos funcionarios públicos, diplomáticos, escritores, músicos, banqueros, comerciantes e intelectuales. Sin duda en esa “cadena fúnebre” estuvieron el príncipe Carl Lichnowsky, el maestro Beethoven, el escritor Ignaz de Luca, el distinguido músico Haydn, el cronista Johann Pezzl, el crítico Gaspar Riesbeck, el filósofo Goethe… y muchos otros distinguidos hermanos, quienes, al decir de la prensa calumniosa, lo asesinaron por revelar los secretos masónicos en la ópera La Flauta Mágica.

Nos preguntamos, siguiendo la lógica de la calumnia: ¿y por qué no asesinaron al hermano Schikaneder o al Gran Maestro von Born, responsables del libreto, y condenaron a quien solo compuso la música? Estas afirmaciones malintencionadas desconocen el carácter eminentemente ético de la masonería.

La Película “Amadeus”

Con gran éxito de público y premios, el cine presentó una película relacionada con la vida de Mozart, lamentablemente alejada de la realidad histórica, lo que obliga hacer algunas aclaraciones para que quienes la hayan visto o la vean a futuro no queden con una falsa imagen de este genio, quedando la defensa de Antonio Salieri para otros que conozcan mejor su vida.

Por comentarios de hombres importantes de su época y por las innumerables cartas que de él tenemos, se puede establecer que Mozart fue un joven atormentado, con gran sentido del honor, tremendamente responsable, enemigo de todo lo que afectara su salud y con un humor normal. El maestro Haydn lo señaló como: “trágico, profundo y acongojado”.

No hay antecedentes serios para calificarlo como frívolo, irresponsable, mujeriego o de apariencia estúpida, como se muestra en la película.

Los estudiosos nunca han sospechado de Antonio Salieri como responsable de la muerte de Mozart. Las rivalidades de los músicos en las Cortes eran normales. Recordemos, además, que los habitantes de Legnano, ciudad natal de Salieri, demandaron a los productores de la película por el infundado desprestigio de su coterráneo.

Puntualmente:

No son efectivos los preliminares al estreno de “Las Bodas de Fígaro”. Es más, basta conocer el libreto de la ópera para darnos cuenta de lo anterior.

De total inexactitud e ignorancia resulta la relación entre el Comendador y el padre de Mozart. No debemos olvidar que dicho argumento corresponde a la obra de Tirso de Molina llamada “El Burlador de Sevilla”, libreto que fue escrito antes de la muerte de Leopoldo, el padre. Recordemos además que esta obra fue estrenada en Praga.

Entre la fecha del estreno de La Flauta Mágica y la muerte de Mozart transcurrieron dos meses y cinco días. Y, en lo que respecta a esta obra, nunca nadie, y menos sus autores, la han considerado como un vodevil, muy por el contrario.

No es efectivo que Mozart fuera reemplazado por un desmayo el día del estreno de “La Flauta Mágica”, ni que Salieri lo llevara a su casa, ni menos que muriera al día siguiente.

Hasta 1964 no se sabía quién le solicitó el Réquiem a Mozart, sólo se conocía que el mensajero no era vienés, pues actuó a rostro descubierto. A esta fecha se conoce el nombre del solicitante.

Fuente: Academia Francmasónica Ecuatoriana

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